miércoles, 29 de noviembre de 2017

La adaptación de las novelas “Canción de Hielo y Fuego” a la serie televisiva “Juego de Tronos”

Artículo presentado el 30 de Noviembre de 2017 en el Perspectivas IV: Juego deTronos. (Seminario de Intercambio de Ideas) de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla

Enlace del video aquí




Todo el mundo conoce la serie de televisión “Juego de tronos”, pero no tantos conocen en profundidad la saga de novelas de George R.R. Martin que dio lugar a la serie. Sin embargo, estos libros destacan por su originalidad y calidad literaria. Del mismo modo que ocurre con el show de televisión, que ha conquistado a un público muy amplio, la entidad literaria de la saga hace que su significado rebase con creces los límites del género. Martin consigue a través de una peculiar forma de narración, recrear con una viveza extraordinaria un mundo ficticio que sin embargo nos recuerda en cada página el mundo real en el que vivimos y que hacen de esta saga una obra maestra.

En este artículo se analizan dos aspectos fundamentales de los libros: (1) la adaptación de mitos pre-existentes de la cultura occidental y (2) el estilo descriptivo y narrativo. En lo que se refiere al punto (1) se discutirá el tratamiento que se hace en la historia de elementos míticos o históricos como la existencia y naturaleza del muro, el impacto en el mundo de Poniente y Levante de la cultura “extinguida” de los valirios, la fidelidad del ser humano a una patria, raza, casa feudal o religión y los mitos fantásticos del dragón y del muerto viviente. En relación al punto (2) se describirá el particular estilo narrativo de Martin, basado en descripciones en tercera persona pero con el punto de vista de personajes concretos, que se alternan y suceden de capítulo en capítulo, con el fin de conseguir un efecto muy preciso en el lector. Esta forma de narrar, basada en una magistral combinación de personajes-argumento-paisaje de fondo, convierten a esta obra en un referencia de la literatura moderna.

Decía un antiguo colega de andanzas literarias que para escribir un texto original no es tan necesario como pudiera parecer en un principio tratar de evitar los tópicos sino de transformarlos. Y es que los tópicos tienen muy mala prensa y deterioran la imagen de cualquier texto en el que, antes o después, se te terminan colando como sabandijas. La idea de esto “está ya muy visto”, eso “no aporta nada nuevo” o aquello “ya está inventado” es crítica habitual de muchas obras de ficción contemporáneas. Y es que, efectivamente, bien entrados ya en el siglo XXI, todo está, lo que se dice, inventado. En la práctica todos los grandes temas literarios han sido ya tocados o tratados: el amor, los celos, la pasión, la locura, la lucha por el poder, el fanatismo religioso, la lucha de clases, la fidelidad, la traición, el engaño, y, por supuesto, los dragones que vomitan fuego y los muertos vivientes.

Y de esto trata precisamente esta reseña. Aunque parezca un atrevimiento imperdonable para muchos de sus fans y “frikis” George R.R. Martin (GRM) no es más que un grandioso embaucador. Y como todos los grandes embaucadores de la historia, como aquellos que copiaban los cuadros de los grandes maestros y los hacían pasar por auténticos, Martin consigue, combinando una serie de elementos míticos e históricos bien conocidos, hilvanar una historia que en la práctica se ha convertido (en mi opinión) en un auténtico clásico contemporáneo. Un clásico que, como una especie de Frankestein literario, está hecho de otros pedacitos de clásicos pasados, tanto fantásticos como históricos.

El mundo de Canción de Hielo y Fuego como combinación de elementos míticos e históricos clásicos

El que esto escribe siempre ha sido, desde su adolescencia, un devorador de libros del género fantástico y de la ciencia ficción. Sin embargo, a diferencia de otros fans, si algo me ha atraído de este tipo de libros no es la idea de transportarse a un mundo imaginario y fantasear sobre otros mundos o dimensiones, sino la capacidad que tienen estos géneros de producir historias que no son más que espejos de la vida real y cotidiana. Y es que precisamente el juego que proporciona la fantasía y la ciencia futurista o especulativa amplia mucho el abanico de posibilidades para el creador y le proporciona una poderosa herramienta para transmitir mensajes.

            Son muchos los ejemplos que podemos encontrar en la literatura y el cine. En el género fantástico se cuentan innumerables obras, desde el Fausto de Goethe y la Divina Comedia de Dante, hasta el Dr. Jekylk y Mr. Hyde de Stevenson (¡y sin contar la Biblia!). En el género de la ciencia ficción, ciñéndome eso sí a la ciencia ficción “seria” (y con todos los respetos a sus fans, aquí no incluyo ni a “Star Trek” ni a “Starwars”, ni a casi ninguna obra que empiece por “Star”), se pueden citar obras como “Un mundo feliz” de Huxley, “Farenheit 451” de Bradbury, “Matrix” o la grandiosa “Blade Runner”, adaptación cinematográfica de la aclamada novela de Philipp K. Dick, “¿sueñan los androides con ovejas eléctricas?”. En todas estas obras el elemento fantástico se convierte en una alegoría que nos hace reflexionar sobre el mundo real y verdadero en que nosotros pobres mortales de a pie sacamos adelante nuestro día a día.

            Pero no quisiera irme por las ramas (eso lo dejo para otra entrada del blog) y sí centrarme en la conocida obra de GRM. “Canción de hielo y fuego” es una serie aún inacabada de novelas constituida por los siguientes libros:

1.     A Game of Thrones (Juego de Tronos), 1996
2.     A Clash of Kings (Choque de Reyes), 1998
3.     A Storm of Swords (Tormenta de Espadas), 2000
4.     A Feast for Crows (Festín de Cuervos), 2005
5.     A Dance with Dragons (Danza de Dragones), 2011
6.     The Winds of Winter (Vientos de Invierno), en proceso de escritura
7.     A Dream of Spring (Sueño de Primavera), anunciado

            La propia lista ya merece jugosos comentarios. Se trata de siete libros, número emblemático en la historia. Así, se denomina Siete Reinos a la entidad política en los que se desarrolla gran parte de la saga, y son Siete el número de dioses que constituyen el panteón de la “fe” oficial de dicha entidad. Otra interesante característica son las fechas de publicación. Si bien a GRM le llevó dos años publicar su segunda entrega, las siguientes se fueron espaciando con un ritmo de 2, 5 y 6 años respectivamente (siguiendo una cierta lógica interna, al menos desde la tercera entrega, el sexto libro y el séptimo libro podrían esperarse para 2018 y 2024, respectivamente, es decir el último vería la luz cuando GRM tenga 76 años de edad). Este espaciamiento en el tiempo denota el grado de complejidad que el mundo y la historia creadas por GRM adquieren, rebasando incluso a la capacidad productora (que no creadora) del autor. Es curioso también el uso del artículo indefinido (no respetado en la traducción al castellano) que muestra cómo, al igual que otros grandes genios de la literatura, GRM no tenía grandes pretensiones cuando inició su obra, aunque al final terminara desbordado por la grandeza de la misma.

            Este “retraso” en la publicación de los sucesivos libros y la avidez del público ha provocado el conocido desfase entre obra literaria y serie televisiva. La relación entre saga y serie es compleja y se desarrolla en la tabla que se muestra más abajo. Es importante destacar que la historia se hilvana a través de, básicamente, tres líneas argumentales o “storylines” que eventualmente confluyen. Utilizaré la siguiente terminología para referirme a ellas: Tierra, Hielo y Fuego (dejo a la imaginación del lector cuál sería la historia que se desarrollaría en el “Aire” o en el “Viento”). A continuación, se describen en más detalle:

Tierra: es la trama que se desarrolla en el continente ficticio de “Poniente” (Westeros) y en torno a la entidad político-nacional conocida como los “Siete Reinos”. Es la historia más real, en el sentido de que es la que menos elementos fantásticos tiene y la que bebe más de inspiraciones históricas.

“Tierra” tiene dos fronteras “geográficas”. Al norte y en el sur-este. En ambas zonas se desarrollan sendas líneas argumentales:

Hielo: es la trama que se desarrolla el muro y más allá del muro. El frío y su incremento paulatino son protagonistas. En esta historia se introduce uno de los principales mitos fantásticos de la obra: los “otros” o “caminantes blancos”, esto es, los muertos vivientes que se asocian a la llegada del frío y del Invierno.

Fuego: es la trama que se desarrolla en los países y ciudades “cálidas” del continente llamado Levante (Essos). Esta línea argumental gira en torno al segundo gran mito fantástico: el dragón que vomita fuego.

En la siguiente tabla se desarrolla la relación argumental entre los libros y las correspondientes temporadas de la serie de televisión:

Temporada
Novela
Sinopsis (procurando evitar “espoilers”)
Primera
Juego de Tronos
Tierra: Luchas y conspiraciones entre los Lannister y los Stark en Westeros.
Hielo: Presentación del muro e incorporación de Jon Snow a la Guardia Noche
Fuego: presentación, pérdida de la inocencia y crecimiento como personaje de Daenerys Targaryen en Essos.
Segunda
Choque de Reyes e inicios de Tormenta de Espadas
Tierra: Guerra de los Cinco Reyes por el Trono de Hierro, batalla de Blackwater
Hielo: Viaje más allá del muro de Jon y Sam Tarly. Primeras descripciones del ejército de los Wildlings
Fuego: Crecimiento del liderazgo de Daenerys en Essos
Tercera
Tormenta de Espadas (primera parte)
Tierra: continúa la Guerra de los Cinco Reyes, la Boda Roja, magnicidio y huída de Sansa Stark. Aventuras de Arya Stark.
Hielo: Jon y su relación con el ejército de Mance Ryder. Avance hacia el muro.
Fuego: Llegada de Daenerys a la bahía de los esclavos y toma de control de ciudades clave
Cuarta
Tormenta de Espadas (segunda parte) e inicios de Festín de Cuervos
Quinta
Festín de Cuervos, Danza de Dragones y Vientos de Invierno
Festín de Cuervos:
Tierra: reinado de Tommen Lannister, gobierno de Cersei Lannister, ascenso del poder de la “Fe”. Luchas de poder en Dorne, el Valle y las Islas del Hierro. Viaje de Sam a la Ciudadela
Danza de Dragones:
Hielo: llegada de Stannis Baratheon al muro, ascenso de Jon en la Guardia de la noche y ascenso de los Bolton como guardianes del Norte. Aventuras y desventuras de Theon Greyjoy.
Fuego: pugna de Daenerys y el viejo régimen en la bahía de los esclavos. Viaje y llegada hacia Essos de Tyrion Lannister y Victarion Greyjoy.
Sexta
Básicamente Vientos de Invierno, con elementos de Festín de Cuervos y Danza de Dragones

Séptima
Vientos de Invierno y Sueño de primavera


Una vez descrita de forma somera la historia, voy a centrarme en el punto capital de este apartado, que es el uso y transformación de elementos míticos e históricos en la construcción del mundo ficticio en el que se desarrolla. No entro por tanto en lo que es la línea (o líneas) argumental en sí, ni tampoco en los personajes, sino en los elementos que componen el escenario en el que dichos personajes juegan su particular juego de poder y pasión. Y es que estos elementos no son para nada originales, sino que se corresponden con hechos históricos y mitos occidentales bien conocidos.

            Se ha mencionado innumerables veces la inspiración que GRM tuvo en la Guerra de las Dos Rosas, librada en siglo XV entre las casas de York y de Lancaster por el trono de Inglaterra. Utilizaré esta identificación para iniciar la primera tabla de analogías, en este caso las históricas. Ello se desarrolla en la siguiente tabla:

Principales analogías históricas:

Canción de Hielo y Fuego
Historia de Occidente
Pugna entre Stark y Lannister
Guerra de las Rosas entre los York y los Lancaster
Llegada de Aegon Targaryen a Desembarco del Rey
Llegada y conquista por parte de los normandos y de Guillermo el Conquistador de la Inglaterra del siglo XI
Imperio Valyrio como cultura “clásica” pero extinguida de la cual los Targaryen son herederos y con la cual someten a los habitantes originarios de Westeros
Imperio Romano. Los normandos como herederos de la cultura “clásica” (que hablan francés) y que someten a los sajones (que hablan sajón)
El Muro
El muro de Adriano como última frontera del norte del Imperio Romano
Los Wildlings (“Salvajes”)
Los “pictos” o bárbaros que amenazaban las fronteras del imperio desde Caledonia (alta Escocia)
La Guardia de la Noche
Órdenes y Hermandades militares, especialmente los Templarios.
La “Fe” y el “libro de los siete”, y su alianza con Trono de Hierro
La religión católica, la Biblia y su alianza con las Monarquías
los “septon”, las “septa” y los “gorriones”
El clero católico y las órdenes mendicantes
La Ciudadela y los “Maester”
Ciudades Universitarias y “escolares” poseedores de un saber ajeno a la mayoría de la población
Las casas principales y alianzas, sus escudos y lemas
Alegoría del sistema feudal vigente en la Europa Medieval, que era, de hecho, una estructura de poder piramidal, donde los juramentos de fidelidad (y por tanto el caldo de cultivo de las correspondientes traiciones) son el basamento principal.


Del mismo modo se han descrito muchas correspondencias entre figuras históricas y personajes de los libros. Se ha descrito en la tabla la analogía evidente entre Aegon Targaryen y Guillermo el Conquistador, que en 1066 se aprovechó de la división existente en la Inglaterra de entonces para derrotar a los sajones en la Batalla de Hastings. Pero también se han mencionado los parecidos razonables entre los protagonistas de los libros y varios personajes históricos. Así, se ha asociado a Ned Stark con Ricardo III, Duque de la casa de York, de Cersei Lannister con Margarita de Anjou, de Margaery Tyrell con Ana Bolena e incluso a Daenerys Targaryen con Cleopatra.

Además de las analogías históricas es interesante resaltar las geográficas. En la siguiente tabla algunas bastante evidentes (aunque sujetas por supuesto a discusión e interpretación por parte de fan y expertos):

Principales Analogías Geográficas:

Canción de Hielo y Fuego
Mapa del Mundo
Poniente (“Westeros”)
Europa
Levante (“Essos”)
Asia
Desembarco del Rey
Londres, capital del estado
El Norte
Norte de Inglaterra, baja Escocia
El Dominio (“The Reach”)
Francia
Las Islas del Hierro
Irlanda, las Hébridas, Escandinavia
Más allá del Muro
Tierras Altas de Escocia
Volantis, Astapor, Meeren, etc..
Ciudades del Este: Costantinopla, Alejandría, Bagdad, etc..
Braavos y el Banco de Hierro
Venecia o Génova y sus banqueros
Dorne
España

No sólo en la Historia del mundo, con sus hechos, lugares y personajes, se inspiró GRM. También incorporó a su mundo otra serie de figuras narrativas que es imposible no asociar con elementos del mundo real:

Otras Analogías:

Canción de Hielo y Fuego
Mundo “real”
Los cuervos
palomas mensajeras
La Guardia Real
Los Caballeros de la Mesa Redonda
Espadas con nombre
Excalibor
La llegada del Invierno
El cambio climático
El Fuego Valirio
El fuego “griego”

            A todas estas analogías y correspondencias hemos de añadir los elementos míticos que GRM incorporó directamente en su historia. En la dedicatoria de Tormenta de Espadas él incluyó la siguiente frase:

“For Phyllis, who made put the dragons in”

que demuestra el reconocimiento de GRM al gran acierto que supuso para el éxito de los libros la introducción de este mito fabuloso. El uso de los dragones como herramienta figurativa “prestada” del canon mítico occidental se ha convertido de hecho en uno de los elementos más característicos del libro y, como consecuencia, de la serie de televisión. Los dragones aparecen en innumerables obras y leyendas, desde la leyenda de San Jorge hasta las novelas más recientes de Terry Prachett. Al elemento draconiano hay que añadir el mito del género de terror reciente, los “muertos vivientes” o “zombis”, llamados los “Otros” o los “Caminantes blancos” en las novelas. Tanto dragones como muertos vivientes son centrales en la historia y de hecho aparecen como parte del propio título. GRM escribió una “canción” de “hielo” y “fuego”, un “juego” de rivalidades y pasiones que se desarrolla sobre una alter-Tierra que parece un espejo del mundo que vivimos.

La idea a la que quiero llegar después de esta descripción de analogías y elementos prestados es que Canción de Hielo y Fuego no inventa realmente nada nuevo, carece de originalidad “primaria”. Sin embargo, esta característica, más que ser un defecto es un enorme hallazgo que le da un encanto imborrable a la historia. Con su utilización de elementos que ya existen en la conciencia del lector, ya sea por su conocimiento de la historia y la cultura occidental, ya sea por su propia vivencia como ciudadano y ser humano, GRM consigue dos objetivos principales. Por un lado, dar verosimilitud a la historia, hecho que resulta sobresaliente para una obra del género fantástico. Y por otro lado generar una fascinación especial en el lector, que atrapa y excita al mismo tiempo. GRM se aprovecha de lo que ya hay en la conciencia de los lectores de medio mundo (al menos el occidental) para sumergirle en otro mundo paralelo de extraordinaria viveza.

El estilo narrativo de Canción de Hielo y Fuego

Cuando asistía a cursos de iniciación a la escritura, una de las primeras enseñanzas que se nos solía transmitir era saber decidir sobre qué tipo de narrador se iba a hacer cargo de la historia que pretendíamos escribir. De esta manera, la primera disyuntiva que uno se planteaba era si nuestro cuento o novela iba a ser escrito en primera o en tercera persona. (Existe la opción de escribir en segunda persona, pero eso sólo está reservado para los maestros. Veáse La Muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes, por ejemplo)

El uso de la primera persona es la opción más obvia y trivial. Es el que cualquier persona emplea cuando ha de contar algo a otro, ya sea en una carta o en la descripción de un hecho o un viaje. Pero también se puede emplear en un texto literario como forma de situar al lector en el punto de vista del narrador, que no tiene por qué coincidir con el punto de vista del escritor. Salvo decisión expresa del mismo, un narrador en primera persona es al mismo tiempo personaje y además testigo de todo aquello en lo que está presente. A ello se suma que es consciente de sus propios pensamientos, los cuales comparte con el lector. En un texto en primera persona el lector tiene acceso a toda la información accesible al personaje-narrador, tanto esta sea adquirida a través de sus sentidos como a través de sus sensaciones. Todo aquello que no entre dentro de este campo de acción solo puede ser imaginado o figurado.

El uso de la tercera persona da más juego. En este caso narrador y personaje no coinciden en el mismo sujeto. La relación entre narrador y personaje abre un abanico de básicamente, cuatro posibilidades, ordenadas de menor a mayor grado de información proporcionada al lector:

1.     Narrador Deficiente: describe todo lo que ve y experimenta un personaje (el principal) pero no describe sus pensamientos. Un ejemplo son las novelas de Dashiel Hammett o La Colmena de Camilo José Cela.
2.     Narrador Equisciente: sigue a un personaje (el principal), pero no solo describe lo que ve, sino también lo que siente. Sin embargo, no puede saber con seguridad lo que ven o lo que sienten el resto de los personajes salvo por lo que ellos le cuenten, es decir, exactamente igual que nosotros en nuestras respectivas vidas. El narrador equisciente es la versión en tercera persona de la narración en primera persona. Precisamente por estas dos características es una de las opciones más realistas y cómodas para el escritor, y son innumerables los ejemplos.
3.     Narrador Omnipresente: describe las acciones de todos los personajes relevantes para la historia pero no nos describe sus pensamientos. Está en todo lugar, es el ojo que todo lo ve, pero no puede entrar en las mentes de los personajes. El ejemplo típico es la narración cinematográfica (sin voz en off), salvo cuando se decide por motivos estilísticos que la cámara solo siga a un personaje en concreto.
4.     Narrador Omnisciente: a diferencia del anterior, no solo describe las peripecias de todos los personajes, sino que además nos da cuenta de sus pensamientos y sensaciones. Es el ojo que todo lo ve, incluyendo las mentes de los personajes. Por ese motivo lo llamo el Narrador-Dios o Escritor-Dios, porque lo conoce todo y lo puede todo, tanto las acciones como los sentimientos y pasiones que provocaron dichas acciones. Por este motivo es una opción muy utilizada en la historia de la literatura y también son innumerables los ejemplos. Uno de ellos son las novelas de Stendhal.

            ¿Y que opción eligió GRM para construir su grandiosa canción? Pues ninguna de ellas, o, mejor dicho, una combinación de 2 y 4. Su estrategia fue contarnos la historia a través de los puntos de vista de una serie de personajes “seleccionados”. Así, cada capítulo tiene un narrador equisciente en un personaje dado. La historia va avanzando por esta sucesión de narraciones centradas en cada uno de los personajes. Cada uno de ellos aparece y desaparece de forma intermitente, de forma que sus historias se entrelazan y sus correspondientes visiones de la historia se confrontan y solapan. Además, GRM juega con las distintas grafías para confrontar lo que piensa el personaje (que se muestra en letra cursiva) con lo que realmente dice o hace (escrito con fuente normal).

            En la siguiente tabla se recoge el número de capítulos de cada una de las obras desde el punto de vista de cada personaje:

Punto de vista
Juego
Choque
Tormenta
Festín
Danza
(Vientos)
Suma
7
7
4
3

21
11
7
7

25
10
5
6
10

31
15

15
9
8
12
13

42
5
10
13
3
2
≥1[55]
33
9
15
11
12
≥2[94]
47
6
8
7
3
≥1[55]
24
3
6
4

13
6
7
≥1[60]
13
9
7
1

17
5
5

10
10
2

12
8

8
2
≥1[57]
2
1
1
≥1[95]
2
1
3

4
1

1
2
2
≥1[94]
4
2
≥2[55]
2
4

4
2

2
1

1
4
4
Prólogo/Epílogo
1/–
1/–
1/1
1/–
1/1
1/
7
Total
73 (9)
70 (10)
82 (12)
46 (13)
73 (18)
TBD
344 (31)


            Vemos que el número de personajes “vip” se incrementa con el avance de los libros y algunos “desaparecen” (esta tabla es también una especie de espoiler). Obviamente el número de personajes de la historia es mucho mayor, pero GRM decide que solo los puntos de vista y las sensaciones de este limitado número de personajes “vip” es suficiente para sumergirnos en la historia. Con esta estrategia, el escritor consigue en mi opinión, dos grandes objetivos:

1.     Un adecuado manejo de las elipsis temporales (un problema siempre para el escritor en cualquier novela)
2.     Construir una historia de personajes sin dejar de lado el carácter global de la misma, es decir, por combinación de narraciones equiscientes se consigue casi el mismo grado de información que proporcionaría un narrador omnisciente, pero de una forma mucho más elegante.

            Este segundo objetivo consigue efectos magistrales en la narración. Son muchos los ejemplos en los libros, pero tengo que destacar la forma concreta en la que se narran dos de los episodios más celebrados: La Boda Roja y el magnicidio del primer rey Lannister. Aquí lo describo con un poquito de más detalle (cuidado espoilers):

La Boda Roja: se centra en el propio personaje objeto de la conspiración que narra su propio asesinato tras haber presenciado el de su hijo. El impacto que genera la lectura de la correspondiente escena supera, en mi opinión, el conseguido por el correspondiente (y aclamado) capítulo en la serie de televisión.

El Magnicidio: El verdadero protagonista de la historia es el rey Joffrey Lannister sin embargo la correspondiente conspiración, muerte y posterior huida se cuentan desde el punto de vista respectivo de Sansa, Tyrion y de nuevo Sansa (el orden es importante). El efecto conseguido en el lector es magistral.

            Y para terminar que menos que dedicar unas palabras a la historia en sí: siempre se ha dicho que en “Juego de Tronos” nunca nadie está a salvo. De hecho, yo descubrí los libros a través de la serie de televisión. Y hay una escena en concreto que me conquistó para las huestes de GRM por siempre. La describo a continuación:

            Ned Stark, claramente el “bueno” de la historia, ha sido traicionado y ha sido condenado a muerte por Joffrey Lannister. Obviamente la acusación es injusta y va a morir fruto de la fidelidad a sus principios y a su honor. Mientras espera en el patíbulo el golpe de gracia yo confiaba que en cualquier momento una flecha salvadora o la aparición sorpresiva de un valiente vasallo salvara en el último momento al héroe. Años y años de películas de Hollywood habían modelado mi inconsciente de tal forma que el héroe, el bueno, el valiente, el ciudadano ejemplar, nunca, nunca puede morir, porque al igual que James Bond corre perseguido por balas que nunca le alcanzan, y a Superman siempre le retiran la kriptonita justo antes de morir, Ned Stark no puede morir.

            Sin embargo, el hacha asesina cae y el villano se sale con la suya. Cae la cabeza altiva de Ned Stark y este muere, desaparece, para siempre, exactamente igual que en la vida real.

            Y es que, paradójicamente, la obra del género fantástico más famosa en la actualidad no es más, como decía Stendhal de sus novelas, que un espejo de la cruel y triste realidad. 

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