martes, 25 de agosto de 2020

Viaje a Asturias, agosto 2020, año de la Peste

 Este viaje se desarrolló entre los días 16 y 23 de agosto de 2020, y tuvo como base de operaciones el pueblecito de Tielve, perteneciente al concejo de Cabrales, al este del Principado de Asturias.

Los participantes fueron:

Silvia, sevillana de pro, trabajadora social y jugadora de mus

Reyes, nazarena incombustible (salvo cuando se queda dormida)

Juan, natural de Hervás, de gran envergadura, es experto en minas y en juegos de palabras

Miguel, eficiente economista, conocido como "el hombre de la eterna sonrisa" o "Mr Smith"

Darío, empleado del sector del automóvil, destaca en su tiempo libre como insigne reportero gráfico.

Juan Antonio Anta, alias "juanola", el que esto escribe

En la senda del Cares, al fondo y de izda. a derecha, Darío, Juan, Reyes, Silvia y Miguel. En primer plano el autor.


Día 1: Sevilla-Tordesillas-Asturias

Emprenden viaje a las 8 de la mañana, en el coche de Darío, el "comando Sevilla", formado por Silvia, Reyes y Miguel, además del mencionado. Los dos Juanes parten de Collado Villalba en el segundo coche, "Águila de Cercedilla". El encuentro entre ambos equipos se produce en el restaurante del camping de Tordesillas. Comida ligera y marcha hacia Asturias. La llegada al pueblo de Tielve se produce sobre las 8 y media de la tarde. Toma de posesión de la casa y cena de picoteo en el mismo. Ya desde el principio nos seduce la enorme belleza del emplazamiento de este pequeño pueblecito de los Picos de Europa, situado a 685 metros de altitud a mitad de camino entre Puente de Poncebos y Sotres, a 11 km de la capital del concejo: Arenas de Cabrales. Recomendamos el alojamiento "Calle del Medio", regentada por la siempre atenta Conchi. 

Esperando las llaves en el pueblecito de Tielve


Día 2: Senda del Cares

En este día, realizamos la ruta ida del vuelta de la impresionante Ruta o Senda del Cares, partiendo desde puente de Poncebos, en Asturias, hasta Caín, en la provincia de León. La ruta completa son 24 km ida y vuelta y es probablemente uno de los retos senderistas más famosos de España. Para todos los públicos, dado que no entraña ninguna dificultad ni agilidad especial, salvo tener el suficiente fondo físico para realizar el camino completo.

    Senda del Cares, más o menos a mitad de camino entre Poncebos y Caín.

El río Cares escabó esta impresionante garganta a lo largo de millones de años de historia geológica. El río divide el macizo oriental y central de los Picos de Europa. Todo el camino es un espectáculo paisajístico, con impresionantes alturas tanto hacia el cambiante cielo, como hacia el vertiginoso fondo del valle. Todo el camino se hace en compañía de los simpáticos rebecos y, cómo no, de innumerables senderistas. 


    Silvia persiguiendo un rebeco en la senda del Cares.


Tras la vuelta a los coches con buen ánimo aunque con el lógico agotamiento, finalizamos el día haciendo la compra en Arenas de Cabrales, tomando una cerveza y cenando en la Sidrería "El Horreo", en el camping a la entrada del pueblo. 

    Juanola escanciando sidra (a la manera aficionada) en la Sidrería "El Horreo" 
(Arenas de Cabrales)


Día 3: ruta costera, Pría, Llanes, San Vicente de la Barquera

Tras la paliza montañera toca excursión motorizada a lo largo de la costa. Nuestra primera parada la hacemos en los famosos bufones de Pría, aunque la razón de su fama no fue digna de nuestros ojos dado el momento elegido para su visita (con marea baja y sin marejada, ideal para ver esta especie de "geyseres" marinos, vomitar agua y espuma hacia el cielo). Sí disfrutamos en cambio de la encantadora playa de las Cuevas del Mar, situada a mitad de camino entre Ribadesella y Llanes. 

Playa de Cuevas del Mar, este de Asturias

Tras bañito y almuerzo en el lugar (deliciosa, aunque cara, hamburguesa casera de ternera asturiana), continuamos viaje para visitar la curiosa playa interior de Gulpiyuri y la renombrada localidad de Llanes . Antes de visitar la ciudad, disfrutamos de un baño en la bonita playa de Toró, situada al este del centro del pueblo.

Playa interior de Gulpiyuri


Retirada simultánea de gorra y mascarilla en la playa de Toró (Llanes)

    Silvia contempla melancólica el puerto de Llanes esperando la vuelta de su amado. Miguel observa perplejo a la enigmática mujer desde la distancia. 

El grupo en el Paseo de San Pedro de Llanes, en el lugar conocido como "El banco más bonito del Mundo"


Tras degustar unos cafés y unos dulces en el centro de Llanes, nos disponemos a visitar el que está considerado, con justicia, uno de los pueblos más bonitos de España: San Vicente de la Barquera

San Vicente de la Barquera: al fondo la ría, y el barrio alto, con la iglesia y el Castillo.

San Vicente de la Barquera destaca por su situación, en el parque natural de Oyambre, el puente de la Maza y el casco histórico, parada del camino de Santiago por la ruta costera e inicio del camino lebaniego.


Vista de la ría de San Vicente de la Barquera desde el castillo del Rey. Al fondo, los Picos de Europa.

Concluimos el día cenando de tapas (pulpo, rabas de calamar, sardinas, paté de cabracho, etc.) en el restaurante El Pescador, en la zona baja del pueblo.

Día 4: Subida a los lagos de Covadonga, visita a Cangas de Onís y Ribadesella.

Al siguiente día toca de nuevo marcha senderista, nos levantamos temprano para desplazarnos a la estacion de autobuses de Cangas de Onís, donde ya tenemos reservados billetes de la empresa ALSA para subir a  los lagos de Covadonga, zona que fuera el primer Parque Nacional de España (parque que posteriormente fue ampliado, si no recuerdo mal en 1995, para incluir todos los Picos de Europa)

La montaña de Covadonga y sus famosos lagos es un lugar de belleza incomparable, y como todos los lugares de belleza incomparable, está atestado de turistas y senderistas de porte casual y gorra torcida. Y más en agosto, en Asturias y en el año 2020, año de la peste. Por ese motivo no hay otra forma que subir en transporte público y disfrutar, como no puede ser de otra forma, de este mágico enclave.

Obra maestra de nuestro reportero gráfico Darío, que retrata al grupo con singular acierto a las orillas del lago de la Ercina

Cabaña de pastores. Al fondo, el lago de la Ercina

Panorámica del lago de Enol

Permanecemos en el parque hasta eso de las 3 de la tarde, donde damos buena cuenta de nuestros bocadillos a las orillas del lago. Tomamos el autobús de regreso, y, tras una breve parada en el santuario de Covadonga (emblema un poco rancio del nacionalcatolicismo patrio), visitamos la agradable villa de Cangas de Onís, famosa por su puente "romano" sobre el rio Sella.

Retrato del grupo frente al puente sobre el río Sella, en Cangas de Onís

Este día fue especialmente agobiante y caluroso, por lo que no pudimos evitar doblegarnos al influjo del mar, tan cercano siempre en Asturias (al menos en línea recta). Fruto de este influjo, acabamos remojando nuestros sudorosos cuerpos serranos en la playa de Ribadesella. 

Día 5: Subida al refugio del Naranjo de Bulnes (grupo 1) y visita a Gijón (grupo 2).

En el día 5 de nuestro viaje partimos peras y los varones del grupo (con la adición de mi buen amigo  y compañero asturiano Alejandro) emprenden la subida a la base del famoso Naranjo de Bulnes desde el valle de Pandébano. Las chicas en cambio deciden visitar Gijón.

El Naranjo de Bulnes, también conocido como Picu Urriellu, montaña emblemática de Asturias, España y, si se me apura, del mundo, es un peñasco impresionante que se eleva más de 500 metros con orgullosa verticalidad sobre el macizo central de los picos de Europa. La ruta más asequible para atacar esta mítica montaña es desde el Collado de Pandébano, cerca de la localidad de Sotres. Es desde un poco más abajo desde donde comenzamos la marcha, dada la dificultad para acceder al parking de Pandébano en vehículo ordinario (en 4x4 no hay problema).

                 Subida al refugio del Picu Urriellu (en la base del pico) desde la pista forestal que da acceso al parking de Pandébano.


Esta ascensión es muy sencilla y vistosa, salvo en el tramo final de acceso al refugio, que se vuelve muy empinada. Aún así, merece mucho la pena hacerla, por lo que supone de reto personal, por lo espléndido del paisaje y por lo icónico del camino en sí. Son más de 1000 metros de desnivel acumulado, pero se puede hacer en menos de 3 horas desde Pandébano.

Un alto en el camino, pasado el refugio de la Tenerosa, a unos 1300 metros de altitud.

    El Picu Urriello a punto de mostrarse a la vuelta del recodo...

¡Ahí esta! (foto tomada a unos 1500 metros y a mitad de camino)

Dos profes de la UPO y el Picu (foto tomada a unos 1600 metros de altitud)

¡Reto conseguido! (1950 metros de altitud. El pico tiene más de 2500)

Retornamos a los coches a eso de las tres de la tarde, vuelta al pueblo y degustación de sidra... asturiana... ¡no!, vasca, qué vergüenza...) escanciada por un escandalizado Alejandro.  Completamos el día reencontrándonos con las chicas en el pueblo de Lastres, que salto a la fama hace unos años por ser escenario y decorado de la serie de televisión "Doctor Mateo"

En una de las callejuelas del centro histórico de Lastres

Dados los desorbitados precios de la restauración en Lastres, decidimos cenar mejor de vuelta hacia Tielve, en el pueblecito de Posada de Llanes, en la sidrería Pablos-Jovino, muy recomendable.


Ni fabada, ni sidra, la verdadera joya de la gastronomía asturiana es un contundente cachopo.


Día 6: Ruta en coche por Cantabria occidental (grupo 1) y descenso del sella (grupo 2).

El día 6 de nuevo toca partir peras. Silvia, Darío y Miguel se van de excursión histórico-artística por Cantabria (incluyendo Colombres, Suanzes y el pueblo de las tres mentiras: Santillana del Mar.) Juan y Reyes deciden hacer el afamado descenso del Sella en piragua. Juanola en cambio prefiere esperarles en plan relax en Arriondas, inicio de la emblemática ruta acuática. Este segundo grupo, antes de volver a Cabrales, completan el día visitando el bonito pueblo de Gamoneu, aislado entre la niebla y rodeado de verdes y apacibles montañas, cuna del famoso queso del mismo nombre. 

Insensatos padelistas iniciando el descenso por las "peligrosísimas" aguas bravas del Sella


Relax asturiano en Arriondas

Gamoneu


Día 7: Subida al pueblo de Bulnes

El colofón a esta maravillosa semana en Asturias, fue la ascensión a uno de los pueblos más pequeños y aún así más famosos y bonitos de España: Bulnes. A Bulnes sólo se puede llegar andando o en funicular. Fieles a nuestros principios, y a falta de burros (salvo el que esto escribe), optamos por la subida a pie. 

    Ascensión a Bulnes desde Poncebos. 

La subida a Bulnes es muy sencillita: son 5 km y unos 500 metros de desnivel. Se hace en hora y media o incluso menos. Aquí tenéis un track típico. (Wikiloc Poncebos-Bulnes) Se empieza desde la misma pista forestal que inicia la ruta del Cares, pero desviándonos a la izquierda, para adentrarnos en la Canal del Texu.

     Bulnes. 

     (no necesita comentarios)

En la bajada desde Bulnes

... y poco más. De vuelta al pueblo, y tras la compra "on site" de unas buenas porciones de queso de Cabrales, nos preparamos para organizar nuestra marcha. Acabamos el día de compras en Arenas y con opípara cena en la sidreria La Jueya.

Gracias a mis compañeros y amigos por hacer de esta semana un evento memorable en mitad de una pandemia. Y enhorabuena a ti, lector o lectora, si has llegado hasta aquí. Deja un comentario si te ha gustado y compártelo, por si sirve, entre compañeros y amigos.

Salud

Juan



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