Ajuste de cuentas: Capítulo 2
(andanzas y matanzas de un grupo de sicarios por el Pirineo catalán y la Costa Brava)
Juan A. Anta, Agosto de 2021
Capítulo 2: Juego de trileros en el Pirineo
- Te digo que sigamos por ahí - dice Juanma
Juanola se debate entre si seguir el ascenso o volver con las chicas, que se están quedando rezagadas. Una de sus máximas es no dejar "a nadie atrás".
- Que no pasa nada - insiste Juanma - el camino no tiene pérdida, pueden esperarnos donde el coche.
"El pétreo" accede al final, conminado por Sonia, que insiste en que pueden volver solas a donde está el coche. La pendiente en aquella zona del Puerto de la Bonaigua es muy pronunciada, les deja a todos sin aliento. Por fortuna, el paisaje es espectacular, praderas infinitas reluciendo bajo el sol y todo el Valle de Arán a sus pies. La gran mole del macizo de la Madaleta se muestra imponente hacia el oeste. El glaciar del Aneto, techo del Pirineo, destaca blanquecino entre el gris de la montaña y el azul del cielo.
Silvia y "Mr. Smith" en las inmediaciones del
Puerto de la Bonaigua, Valle de Arán
Ya separados, los chicos descansan en lo alto del collado. Una senderista solitaria pasa a su lado y se intercambian saludos. Todos permanecen en silencio después. El sol brilla con fuerza y una tenue brisa de montaña les refresca la cara. Finalmente, Juanma rompe a hablar. No se fía de Hernández. En general, no se fía de ninguno de los "colaboradores" de Salvatore. Todo le huele a chamusquina.
- Seguramente recibirás un mensaje en Viella - sentencia el Alquimista.
Juanma mostrando sus dudas sobre Salvatore, en la pistas de esquí de la Bonaigua.
"Soy Hernández, amigo Salvatore. No puedo veros mañana. Me llevan siguiendo unos días y no quiero correr riesgos. Os envío un hombre de mi confianza, Bonilla. El os pasará información del objetivo. Os espera mañana a las 4 en la puerta de la iglesia de San Miguel en Viella. Le reconoceréis porque es rubio y tiene un tic en el ojo izquierdo cada 5 segundos. Importante: 5 segundos. Si no, será un impostor."
- Quien cojones será ese Bonilla... - se queja "the Landing Vulture" mientras vuelven hacia el coche.
- Pronto lo sabrás... - replica Darío, justo antes de reencontrarse con las chicas
"Icy smile", mientras tanto, como siempre, sonríe y guarda silencio.
Silvia y Sonia en el restaurante del Puerto de la Bonaigua, a 2072 mts. sobre el nivel de mar. Al fondo, Juanma, retratándose para alguna de sus famosas historias de Instagram.
Tras visitar Salardú, bello pueblo del Alto Arán, se dirigen a Viella, donde supuestamente se encontrarán con Bonilla, a las puertas de la preciosa iglesia de San Miguel, que alberga una valiosa y enigmática talla: el Cristo de Mijarán.
Estampas desde Salardú, alto Arán
Es tiempo de almorzar. En una calle solitaria encuentran un restaurante discreto, con platos de la cocina local. Se sientan en silencio, como si algo fuera a pasar. El resto de los clientes del local parecen observarles, aunque no pueden estar seguros. "The landing vulture" y "Mr. L'Orange" se agitan inquietos en sus sillas.
¿Enviados de Salvatore o de Dimitri?
Finalmente, con los postres, la camarera se acerca a Juanma: "Bonilla te espera al final de la calle", le espeta delante de todos. Él se levanta como un resorte. Dario le sigue.
Tras una tensa espera, Juanma reaparece.
- Así que el tal Bonilla era una mujer, jaja.. - dice
- ¿Pero tenía el tic? - pregunta Sonia
- Lo tenía, aunque no puedo asegurar que fueran cinco segundos... Me ha dado esto.
Juanma pone sobre la mesa un papel garabateado con letras mayúsculas. Todos los leen con atención.
El "clisquess" mostrando el mensaje de Bonilla.
Juanma no puede ocultar su satisfacción al ver el nombre de Irina escrito en el papel. Ardía en deseos de reencontrarse con ella. Una tenue sonrisa se dibuja en su cara mientras recuerda aquella noche de sexo furioso en aquel chalé de Marbella...
- Por cierto, ¿dónde está Darío? - pregunta "the Black Lady"
La lectura del mensaje de Bonilla había hecho olvidar a todos su ausencia. Finalmente reaparece tras una esquina. El también se encontró con alguien. A las puertas de un bar aparentemente abandonado, un hombre delgado y moreno, con un pendiente en su oreja izquierda, le hizo entrega, también, de un mensaje.
El mensaje del tal Aitor y el lugar donde supuestamente fue entregado.
- ¿Y ahora qué hacemos?
- Los ojos del judío es una cascada cercana. - informa Juanola - Yo no iría, podría ser una trampa...
Todos miran a Miguel. Una ligera sonrisa denota que da el visto bueno. El último que le tendió una trampa yace en un descampado de Sevilla con una tajo sangriento decorándole la cara.
Los ojos de judío o del diablo, Uelhs deth Joeu en aranés, resultó ser un lugar de singular belleza escondido en un tupido bosque. Ni rastro de Aitor allí. Sin duda el mensaje solo fue una nueva carta de naipes de la partida de trileros que alguien de mente retorcida estaba jugando con ellos, o contra ellos, unos días cualquiera de agosto, con el inmenso escenario del Pirineo como telón de fondo.
Los soldados de Salvatore en los "Ojos del Judio" (Uelhs deth Joeu), en el Valle de Arán.
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